
Si quieres intimidar a alguien, si quieres hacerle temblar de nervios, ponerle incómodo o incómoda, si quieres sacudirle y moverle el piso… ámale o háblale de amor.
No te inhibas… ladran, pero no muerden. Gritan, hacen mucho ruido, tratan de ridiculizarte, invalidarte, buscarte mil defectos. Tratan de callarte, cancelarte, hacen “pataletas” porque hay batallas internas a las que tus manifestaciones de AMOR les hacen enfrentarse.
¡Pregúntate! ¿Por qué atacar a alguien por ser romántico, hablar de Dios, de espiritualidad, promover la unión o defender el AMOR? ¿Por qué les acalora, les sofoca, les incomoda?
Es como si no quisieran creer que existe lo bueno. Quieren vivir en la calamidad y apostar a la maldad. Ahí se sienten seguras, seguros. Terreno conocido donde posiblemente no existen las “decepciones”. Prefieren vivir creyendo y esperando lo peor, y en ese pesimismo… aceptan como normal lo negativo, repelen lo positivo, teniéndole cierto miedo al amor.
Yo no hablo de desenmascarar a quien utilice el amor, a Dios o cualquier buena causa para lastimar. A esos los denunciamos… yo me apunto.
Hablo de cómo muchas y muchos quieren guardar las apariencias de dureza, ser fuertes, alejarse de las cosas sensibles, “rosas”… como si eso fuera un defecto pasado de moda. Pero siempre en el momento de prueba, se les ve la costura, la misma de todos y todas.
La vida en su ciencia y en su espiritualidad; entre oxitocina, serotonina y dopamina o entre emociones mágicas y misteriosas que se vuelven esencia cuando azotan golpes, cuando sufrimos pérdidas y nos tocan derrotas; ¿qué nos sostiene? Es ese algo que sí existe, que no es irreal ni ideal. Eso que quieras o no creer, quieras o no validar: inspira, mueve, provoca y evoca.
El amor nos fortalece y nos hace vulnerables. Es una coherente contradicción que tiene sentido, que pasa a la misma vez y que puede despertar temor. Yo no te digo que vivas mi visión optimista «compulsiva», pero sí que tengas cuidado con convertirte en una o un compulsivo “hater” del amor.
Como siempre, les comparto esta reflexión con todo mi amor y respeto, por si les tiene sentido…
Yz Cifredo [6.julio.20]
Excelente como siempre. Saludos!