fbpx Skip to main content

Vivimos otro momento retante como país. Otro momento duro y difícil que no discrimina. Que cada quién lo sufre y lo maneja a su manera, desde su esquina, con lo que tiene y como puede…

Sentimos una mezcla entre dolor y miedo que no cesa. Andamos con los 5 sentidos alertas ante la incertidumbre. Las noches para nadie son las mismas. Muchos hermanos y hermanas huyendo del lugar que por mucho tiempo fue su templo, su hogar, su guarida. Otros, sin opción a regresar.

Puerto Rico tiembla… pero no puedo evitar ser Optimista Compulsiva y lo digo con mucho amor y respeto.

Puerto Rico tiembla… pero a la vez algo especial sucede… y sería de necios no darnos cuenta.

Puerto Rico tiembla, es cierto, y nos sacude la mente, se alteran todas nuestras ideas, conceptos, nuestros temores florecen…  pero a la vez nuestra fe se fortalece. Ante esa percepción de “descontrol” damos espacio al poder superior y hacemos juntos diariamente milagros de amor.

Puerto Rico tiembla y quebranta estructuras, se derrumban suelos y colapsan paredes, pero se fortalece la voluntad de su gente. El movimiento de la tierra nos hermana, nos alía, nos conecta. Las adversidades son inevitables, pero cómo enfrentarlas, afrontarlas y superarlas es una opción. Y en esta isla pueden escasear muchas cosas, pero nunca la solidaridad ni la compasión.

Puerto Rico tiembla y hay quiénes pensarán que estamos frágiles, vulnerables, desvalidos… pero aquí nadie ha permitido que se caiga nadie. Porque cuando una columna cede, hay un abrazo que sostiene.

Puerto Rico tiembla… y estamos con los nervios de punta. Unos más afectados que otros, pero todos con un miedo latente. No es hora de competir por quién está peor, porque todos vivimos nuestros propios terremotos y en eso nadie puede ser ganador.

Puerto Rico tiembla… No nos distraigamos con batallas tontas. Dejemos de criticar si artistas ayudaron, si publicaron fotos mientras entregaban suministros, la gesta es la gesta y hasta cierto punto, qué bueno que así como podemos ver los daños, podemos ver cómo nos levantamos.

Puerto Rico tiembla, pero su gente se mantiene firme, resistente, incansable, determinada, fuerte… ¡La verdad es que somos tercos y obstinados cuando se trata de ayudarnos y darnos la mano!

No hay categoría 5, gobierno inhumano ni magnitud 6.4 que puede con la fuerza y el corazón de un país solidario

No se equivocan cuando nos llaman la isla del encanto. Hay magia en la infinita capacidad de impulsar que tienen todas las personas que habitan esta isla y los hermanos que desde lejos hacen patria y nos extienden su brazo.

Puerto Rico tiembla, pero jamás la voluntad de un corazón borincano.

¡Y es este país se levanta una vez más porque nosotros, su gente, nos levantamos y lo levantamos!

No estamos solos ni abandonados… ¡Nos tenemos, familia y estamos bien guiados!

Yz Cifredo [13.Enero.2020]

Yizette Cifredo

Motivadora, Comunicadora y Optimista Compulsiva

¡Cuéntame qué te parece! Todo comentario, pregunta y/o sugerencia es bienvenida.