Confesiones de una Ex Reina de… ¿Belleza?

Una de las experiencias que he vivido en el mundo de las comunicaciones y del entretenimiento fue portar el título de Miss Puerto Rico Petite y Miss Global Petite 2000. Son muchas cosas las que se dicen de los certámenes de belleza: muchas son positivas, otras no tanto. Yo sólo puedo decir que aprendí mucho de mi. Cada quien tiene el derecho de vivir sus experiencias por sus propias razones, con sus propias expectativas. Al principio no era mi interés participar, así que no habían razones claras, tampoco expectativas. Dos amigas a las que adoro con todo mi corazón (Aileen y Georgette) me impulsaron, apoyaron grandemente y fueron las que me motivaron a inscribirme. Sin ellas (ni el apoyo de mi familia y amigos) no lo hubiese hecho. Fue una interesante aventura que cambió mi vida por completo.

¿Por qué les comento esto? Porque la “belleza” es el tema más cambiante y constante. El más subjetivo y ambiguo. Fue precisamente entrar a una competencia de “belleza” lo que me motivo a intentar entender esa terminología, el concepto de “belleza”. ¿Existen criterios absolutos para diferenciar lo que es bello de lo que no lo es? ¿Quién lo define? ¿Quién lo cambia? ¿Quién lo aprueba? Comencé por lo más básico. Utilice una de mis herramientas favoritas de trabajo (que uso para todo), el diccionario. Les comparto alguna de las definiciones, según La Real Academia Española.

belleza.
(De bello).
1. f. Propiedad de las cosas que hace amarlas, infundiendo en nosotros deleite espiritual. Esta propiedad existe en la naturaleza y en las obras literarias y artísticas.
~ artística.
1. f. La que se produce de modo cabal y conforme a los principios estéticos, por imitación de la naturaleza o por intuición del espíritu.
~ ideal.
1. f. Principalmente entre los estéticos platónicos, prototipo, modelo o ejemplar de belleza, que sirve de norma al artista en sus creaciones.

Lean que interesante la primera oración, de la primera definición: PROPIEDAD DE LAS COSAS QUE HACE AMARLAS, INFUNDIENDO EN NOSOTROS DELEITE ESPIRITUAL. Eso es belleza. Yo, más de acuerdo no puedo estar. No tenía idea de cómo se describe o explica qué es la belleza, pero me alegró tanto encontrarme con esa definición. La belleza se admira, inspira y conmueve. Si algo o alguien no te provoca SENTIR emociones agradables y placenteras, entonces no la consideras o percibes bello o bella.

Ser bello o bella no es algo que haces, es quien eres. Puedes fajarte en el gimnasio, en el salón de belleza, de cirujano en cirujano y es el ojo receptor quien percibe y define la belleza. Podríamos decir que la belleza es un punto de vista, una opinión ¿Y saben qué? Existe la misma cantidad de puntos de vista que de personas en este mundo. ¿Cuál de todos esos puntos de vista es el que debemos tomar en cuenta? ¡Correcto! Existe sólo uno que debe importarnos, el nuestro.

No se preocupe tanto por si gusta o no gusta. No se preocupe tanto por si los demás lo aprueban o no lo aprueban. Lo que te hace bello o bella ante los demás es la experiencia que se lleven de tí, de compartir contigo. Lo que te hace hermoso o hermosa, es tu mensaje, tu punto de vista, tu legado, tu propósito en cada cosa que haces, y dices. No se trata de ponernos bellos o bellas, se trata de SERLO. ¡Es mucho más simple y económico!

Arreglarse, verse bien y estar en forma es salud, no se confunda. Me encanta la coquetería y elegancia femenina, y la picardía misteriosa masculina. Apoyo 200% todo lo que hagamos para sentirnos bien con nosotros mismos, si lo hacemos por nosotros mismos. Píntese el cabello, maquíllese, haga ejercicios, súbase, quítese o auméntese… todo es válido cuando lo hacemos porque nos sentimos bien, no para sentirnos bien. Uno cuida lo que ama y ama lo que cuida, pienso que eso esta muy bien.

El físico, tu entorno, tus amistades, tu salud, tus relaciones, tu trabajo, todo habla de ti. Si quieres evaluar cómo están tus decisiones y estima, evalúa tu entorno. Precisamente en el certamen, uno de los refranes que repetía el productor y que más llamó mi atención fue: “Como te tratas, retratas”. Mi interpretacion es que «la belleza no es la causa para…, sino el efecto de…»

A lo mejor, muchos creían que iba a “despotricar” en contra de los certámenes de belleza. No es el propósito de este escrito. Vivir esa experiencia me dio el permiso y la oportunidad de enfocarme en mi. Algo que la sociedad pareciera ver con malos ojos. Cualquier cosa en la que te pongas a tí mismo primero, muchos opinarán que te hace egoísta. ¡Qué horror! Hemos perdido la conciencia de amar, porque no sabemos amarnos. Hemos perdido valores y principios porque hemos destruido la propia estima. Las adicciones, la depresión, el maltrato, la violencia, dejadez, entre otros miles de problemas que cada vez son más graves y frecuentes muestran la ausencia de respeto, integridad y amor propio. Eso sí, estamos siguiendo al pie de la letra uno de los diez mandamientos: “Ama a tu prójimo, como a tí mismo”. ¡Ya ven! ¡Así de mucho nos estamos amando!

Tener el título de reina de belleza en mi historial provoca orgullo y admiración en unos; prejuicio y subestimación en otros. De eso hablaré en otro escrito, en este les cuento lo que provocó en mí, y fue conciencia. [recuerden que hablo de mi experiencia]. Me ayudó a despertar algo que muchas instituciones educativas y organizaciones deben adoptar. Algo que ni la fama, ni el estatus social (bajo, medio ni alto) promueven. Participar me hizo girar el tiro de la cámara de la película de mi vida hacia mí. Me dio el permiso de que se tratara de mí. Me hizo entender que ser bello o bella es mucho más que un accesorio, abdominales o «lipstick». La belleza es una experiencia, una obra de arte, una pieza musical. La belleza no es otra cosa que una elección de cómo vivir…

Yizette Cifredo
19.Marzo.2011