Aprender a separar críticas constructivas de las ofensivas; y la admiración honesta de las adulaciones… Ahí está el gran reto.
No todas las críticas son para “chavarte” ni todos los halagos para ayudarte. Hace igual daño quien halaga hipócritamente como el que critica ofensivamente. Viceversa; hace igual bien quien te aplaude y aprecia genuinamente, como quien te respeta lo suficiente para hacerte sugerencias y recomendaciones que te invitan a ser mejor.
Nos hemos vuelto intolerables a la desaprobación. Existe una necesidad, casi obsesiva, por estar en lo correcto y ser aplaudidos. Ya no se trata de ser y hacer las cosas bien; sino de que, aunque no sea honesto, nos celebren y “lamban” el ojo. Esto no es más que un reflejo de baja estima, conformismo excesivo y apego a la mediocridad.
Debemos sacar un tiempo para evaluarnos, reconocer nuestros atributos y logros, así como nuestras «fallas» y «áreas de oportunidad». El punto es, sin ser nuestros verdugos, identificar en qué y cómo podemos exigirnos más. Ese ejercicio no sólo debemos hacerlo con nosotros mismos, sino también con los demás. No prostituya su escala de valores. No se “coja pena”, a usted ni a nadie. Obsérvese y observe con respeto y sinceridad. TRABAJAR EN EQUIPO, es NECESARIO y URGENTE. Es nuestro deber compartir sabiduría, capacidades, metas y logros. Si usted no tiene iniciativa, si no tiene un movimiento que una comunidades, aporte o alivie, sepa que ofender ni adular ayuda; pero criticar constructivamente (dar alternativas y soluciones) y, mejor aún, participar y sumar en las iniciativas del prójimo sí. Son formas pro-activas y reales de construir.
Para lograr un mejor mundo tenemos que participar TODOS activamente. Basta uno que tenga los brazos cruzados o que trabaje en contra para sabotearlo… ¿Qué rol juegas TU?
Yz [16.Octubre.2012]
Hola Yz: Espero que te encuentres súper bien hoy Martes, tu siempre diciendo la verdad sin lastimar a nadie, a la verdad que me encanta como te expresas en general de situaciones vividas a diario en el mundo y acá también.
Siempre yo saco un tiempo para mi, reflexionando sobre las cosas que vivo a diario en mi casa y afuera también. Mi hermano más pequeño y yo siempre peleamos porque el me dice que no sea tan lambona y a mi me da este único calentón por todo mi cuerpo que me da ganas de meterle dos nalgas, el se cree porque tiene 13 años me viene a faltar el respeto- «pues NO».
Me gustan los halagos pero no tanto. Las críticas me gustan pero todo el tiempo NO!!! Las ofensas las detestos con todo mi ser, que estén todo el tiempo ofendiendo a alguien, «por Dios, paren ya!» Me cansa las ofensas de verdad que no me gustan!
Muy bueno y cierto Amiga! Love it….un abrazo!
Palabras con Luz…Que sea la que ilumine el poder de discernimiento en nosotros.
muy byena observacion la baja autoestima en ocasiones domiba nuesta vida y no pde ser. Hay q rodearnos de gente q aporten no q destruyen la paz mental
Mi ‘rol’ ceria el absorber todo comentario, bueno o malo. No todos se comunican igual. Todo debería ser bien venido. Levanta la frente y continua.