fbpx Skip to main content

Ser feliz, no significa tener la idealizada vida perfecta. Muchas personas juran que quienes escogemos vivir felices, estamos libres de problemas, retos y vicisitudes. Pareciera ser contradictorio, pero no lo es. Sí se puede ser feliz en la turbulencia. ¿Por qué? Porque me atrevo a decir que nunca el 100% de lo que vivimos es malo ni el 100% de lo que vivimos es bueno. De algún modo, tenemos un poquito (o mucho) de ambos. Podemos reírnos durante una grave enfermedad, podemos respirar tranquilidad inundados en deudas y, hasta, podemos disfrutar en medio del duelo. Les pido que hagan un análisis de lo que viven hoy, ahora, en este justo momento. Intenten enumerar 3 razones que les preocupan, indignan y entristecen; y que piensen en 3 razones que les provocan una sonrisa, les alivian y les motivan. Ambas listas pueden ser kilométricamente largas, no se trata de comparar en cuales hay más, si de las “malas” o de las “buenas”. El punto es saber que todo lo bonito y feo, lo malo y bueno, lo que queremos que ocurra y lo que no, todo es parte de la vida misma, y siempre, siempre, siempre podemos escoger descansar en lo que nos hace bien para manejar aquello que nos hace “mal”.

En mi encrucijada de felicidad, en mi optimismo compulsivo y propuesta insistente de mirar la vida desde la gratitud, me he encontrado mucha gente que se confunde (¡y a otras que les rejo…roba!) Pero bueno, tengo deudas, siento miedos y corajes, vivo momentos oscuros y de mucha incertidumbre, tengo desacuerdos y diferencias como todos y todas. Sin embargo, he aprendido a no juzgar nada de eso que llamamos “negativo” y, por el contrario, aceptarlo como parte de mi, de mi vida y de mi evolución. He aprendido a ver las oportunidades en cada conflicto y las lecciones en cada caída. He aprendido a valorar esos sentimientos que condenamos tanto. Es meritorio llorar y molestarse pro-activamente, como lo es reír y disfrutar de manera constructiva. Desafortunadamente, se promueve demasiado el disfrute y el sufrimiento estéril e infructuoso. No sé, pero a mi me parece que no hay nada más triste que desperdiciar lagrimas y sonrisas; que sobrevivir dormidos y ausentes en vez de vivir despiertos y activos. 

¡Tómate un rico café, estudia la sonrisa de un amado, sal al patio y mira la inmensidad del cielo, esté soleado o lloviendo! ¡Respira y siente la vida! ¡Detente y escoge! Escoge bien qué pensamientos protagonizan tus días, porque de ellos dependen tus sentimientos y actitudes. ¡Escoge bien porque, a fin de cuentas, la mayoría queremos ser felices y eso sí está en nuestras manos! Haz la prueba y te darás cuenta de que se puede ser feliz en el caos.

Con todo mi cariño, respeto y gratitud.

Yz Cifredo [30.Enero.2016]

Yizette Cifredo

Motivadora, Comunicadora y Optimista Compulsiva

¡Cuéntame qué te parece! Todo comentario, pregunta y/o sugerencia es bienvenida.