«Red Flags»

Dicen que “para muestra, con un botón basta.”  ¿Qué pasa con las personas que no quieren ver los “red flags”? No me gusta generalizar ni crear estereotipos, pero en este asunto debo admitir que las mujeres somos expertas. Comenzamos a conocer a un “prospecto” e ignoramos todas las señales que nos advierten dónde y con quién nos estamos metiendo. Si lo piensa bien, el problema que tiene con su pareja al año de estar juntos, está presente desde el día uno. Mirada, oído y juicio selectivo. Hay un “ego” caprichoso que nos embrutece y nos hace forzar relaciones que sabemos no funcionarán.  Sepa que cuando caemos en relaciones que duelen, algo anda mal. No hay que ser Einstein. ¿Por qué nos hacemos daño? ¿Por qué se nos hace tan difícil aceptar que hay batallas que se ganan perdiendo y que a veces la mejor movida es la retirada?

1. Etapa de conquista

Quizás estoy mal, pero a mi no me halaga, en lo absoluto, que me “liguen”. El primer acercamiento suele ser una atracción física. Que quieran besarla o intimar con usted no es un logro, pero que quieran hablarle y escucharla, cuidarla y respetarla ¡vaya que sí lo es!

Identifique para qué lugares la invita, a qué hora la llama o cuando es que puede hablar con usted. ¿Se ajusta para poderla ver o siempre es usted quien tiene que hacer los arreglos? Observe y no sea tonta. Cuide los mensajes que envía. Hay chicas que quieren ser las más “wild” y atrevidas y, ¿adivinen qué?, exactamente eso terminan siendo. Si usted se trata como un pedazo de carne, recuerde que con la «jartera» se mata el apetito.

Al principio, mientras aún no nos tienen, se enfocan y están derechitos. “Que los amigos esperen”, “se pueden hacer arreglos en el trabajo” y “que el celular no moleste”. Ellos lanzados y nosotras en Disney. Pendiente, porque ese es el momento para mostrar los encantos. Me refiero a aquellos que los ojos no pueden ver ni la mente imaginar. El juego de capturarnos y la coquetería  de esos primeros días es riquísima, disfrútela. Tómese el tiempo para conocer y que la conozcan. No esperes que valore tu corazón y sentimientos si le muestras más “cleavage” que estima y más piernas que identidad.

Si cuando se mide una blusa en el probador de una tienda no le gusta como le queda, no la compre. Créame, cuando se la ponga en su casa tampoco le va a gustar. Haga caso a su sexto sentido, voz interior, conciencia, mejor amiga o a su mamá. No ignore las señales de alerta. No se trata de ir en busca del hombre perfecto, pero hay que ser honestas en qué “defectos” podemos manejar. Hay diferencias que concilian, pero hay otras que separan y destruyen sin piedad.

Aceptar lo que no te hace feliz, claudicar tus valores, doblegarte por la posibilidad de un amor; es tapar un vacío que no llenará nadie y, peor aún, que ha estado, está y estará contigo hasta que comiences a conquistarte a ti misma… hasta que te conozcas, te ames y te respetes a tí…

2. Cuando ya estamos en la relación

Espérelo en el próximo escrito…

Yz [27.Agosto.2011]