¿Con qué intención se le grita, ofende o agrede a un ser humano? ¿De verdad es tan difícil predecir que lastimar a otro ser humano puede desembocar en dolor o coraje? La constante justificación de «no fue mi intención» perdió su significado. Ir caminando por la calle y, sin darnos cuenta, pisar a alguien es –en efecto- sin intención de lastimar; pero de eso a gritar lleno de ira y rabia a otra persona, usar palabras ofensivas y luego decir «no fue mi intención«, son otros 20 pesos.
¿Qué piensa el hombre o la mujer que a espaldas de su pareja coquetea con otra persona? ¡Que está planificando una sorpresa que será bien agradable cuando él o ella se entere! Porque, como dicen, “entre la tierra y el cielo no hay nada oculto”; y los precedentes han demostrado que la gran mayoría de las mentiras (por no decir todas), tarde o temprano, se descubren. Entonces, ¿qué rayos está pensando? ¿Cuál es la intención de la persona que grita, golpea, ofende, miente, traiciona y lastima? No podemos engañarnos y tampoco podemos justificar lo que no tiene sentido. No debemos subestimar la capacidad que tenemos todos los seres humanos de pensar las cosas antes de decirlas o hacerlas, y de auto-controlarnos.
Las personas coléricas, que dicen tener un genio vola’o (que no es lo mismo que carácter, porque la persona con carácter sí tiene auto-control), que aprendan a respirar y a controlarse. Por si no lo saben, cárceles, hospitales y cementerios están llenos de personas que no han aprendido cómo hacerlo o, de verdad, tienen una condición que no se los permite. Sin embargo, esto último, no es la norma. Tenemos cerebro y quien no quiere usarlo, pasa a ser una amenaza. Hay que medir y reflexionar cómo cada una de nuestras acciones y palabras impacta al mundo. Esto no significa que tengo que girar mi vida en torno a los demás; sino lo contrario. Significa que no puedo someter a los demás a mis cambios de ánimo, problemas personales, conflictos o issues existenciales. Si voy a tener un impacto en el mundo que sea para bien. Al final, lo que siembro para otros es lo que cosecho para mi también.
Aquellas personas que viven constantes humillaciones, golpes, traiciones de allegados que dicen quererlos y amarlos, sepan que quienes único pueden cambiar esas circunstancias son ustedes mismos. No somos responsables de lo que hacen los demás, pero sí de lo que estamos dispuestos a aguantar y a lo que nos sometemos. Hace unos días escribí este status en las redes sociales: “Si las circunstancias que te desagradan no cambian, es a TI a quien te toca cambiar.” Nadie puede sacarte del hoyo si te resistes. Si no escalas un poco y no usas las fuerzas que te queden para salir y superarte, no hay mucha esperanza de que puedas lograrlo. No esperes mayor motivación para hacerlo, mereces y vales, hazlo por TI.
No pude evitar asociar este escrito con la frase que popularizó el personaje El Chavo (del «Chavo del Ocho»): “fue sin querer queriendo”. Al menos, en esa expresión hay un poco de verdad… Es legítimo que mis intenciones no coincidan con mis acciones el 100% de las veces; pero esa incongruencia debe ser la excepción, no la norma. Que nadie confunda la compasión del prójimo para abusar con multiples justificaciones. Quien se pasa la vida excusándose y pidiendo perdón, “sin haber sido su intención”, causará muchos dolores y muchos corajes. Quien no puede respirar, prevenir y controlarse, es un peligro garantizado para sí mismo, para usted y para la sociedad.
Yz [9.Abril.2013]
Como siempre nos invitas a pensar y a mejorar como seres humanos. El cambio que necesita la sociedad comienza dentro de cada uno de nosotros. !Espero que pronto venga el libro! Un abrazo.
Me gusto mucho,cuanta realidad en esas palabras, ojalá muchos pudieran leerlas,pensar,recapacitar y aprender d ellas. Como siempre todo lo q escribes nos llega al corazón. DTB
Cierto… .las mentiras y lo oculto siempre sale a la luz! Y hoy q leo esto y la vida se configuro para darme una gran enseñanza! Gracias amiga por dar tu granito de arena para ver y rectificar nuestro diario vivir …