Si supiéramos los efectos que tenemos en las personas que nos rodean mediríamos mucho más nuestras acciones, en especial nuestras actitudes y palabras. Tal cual juego de video, vamos soltando balas y vidas a nuestro paso; lastimando y salvando gente a nuestro alrededor. Es inevitable, todxs lo hacemos. Consciente o inconsciente, adrede o sin querer, lo hacemos. ¿Cómo así? Todos los días, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos a dormir, interactuamos con conocidos y desconocidos a quienes impactamos de forma positiva o negativa; y que de igual manera nos impactan a nosotros. ¡Piensen bien lo que estoy diciendo! Tenemos la capacidad y, más importante aún, el poder de dañarle o arreglarle el día a alguien; de herir o aliviar; de animar o desanimar; de fortalecer o debilitar. No es un asunto de si queremos o no hacerlo, es que ocurre y la única manera de evitarlo es no relacionándonos con absolutamente nadie por ningún medio, jamás. Dado que ese escenario es poco probable, no nos queda otro remedio
Recientemente, compartí en mis redes sociales una foto en traje de baño. Hacía mucho tiempo, mucho antes de nacer mi hija, que no posaba en bikini para una revista ni para publicarlo en ningún lado. Ante una invitación a participar de la portada de la edición “Estrellas de Verano” de la revista TVYNOVELAS, acepté y así lo hice. Estoy muy agradecida y feliz con la oportunidad. Como imaginarán, las reacciones no se hicieron esperar. En general, fueron positivas, pero también causó interesantes controversias que nada tienen que ver con el fin de mis posts. Les cuento… El portal “Nueva Mujer” del periódico Metro, publicó una nota utilizando las fotos del behind the scenes del shooting que había compartido. [Este es el enlace: Yizette Cifredo y otras cinco boricuas que recuperaron su figura después de dar a luz]. El abogado y analista político, Jay Fonseca, publicó un comentario en sus redes, reaccionando a esa nota en el que cuestiona (y cito la premisa de su post); “¿de verdad porque una persona figura
AUTOESTIMA: “es la valoración positiva o negativa que una persona hace de sí misma en función de los pensamientos, sentimientos y experiencias acerca de sí. Es un término de Psicología aunque se utiliza en el habla cotidiana para referirse, de un modo general, al valor que una persona se da a sí misma.” (Recuperado de http://definicion.de/autoestima/ – Julián Pérez Porto. Publicado: 2008.) ¿Cuán importante es una sana autoestima? Esa pregunta invade mi mente cada vez que escucho situaciones terribles que ocurren en nuestro país y en el mundo. Para la fecha del 3 de mayo de 2017, en Puerto Rico se han reportado 67 suicidios (según reportaje publicado en Primera Hora). ¿Cuánto puede un ser humano cancelarse, invalidarse, despreciarse para no querer pensar, sentir ni existir más? Entre los múltiples factores que puedan provocar esta triste situación, me parece que la falta de amor propio o la mala autoestima tienen mucho que ver. Quiero compartirles esta reflexión con el propósito de hacernos conscientes sobre cuan importante es cuidarnos, amarnos, buscar apoyo y, de
Ser feliz, no significa tener la idealizada vida perfecta. Muchas personas juran que quienes escogemos vivir felices, estamos libres de problemas, retos y vicisitudes. Pareciera ser contradictorio, pero no lo es. Sí se puede ser feliz en la turbulencia. ¿Por qué? Porque me atrevo a decir que nunca el 100% de lo que vivimos es malo ni el 100% de lo que vivimos es bueno. De algún modo, tenemos un poquito (o mucho) de ambos. Podemos reírnos durante una grave enfermedad, podemos respirar tranquilidad inundados en deudas y, hasta, podemos disfrutar en medio del duelo. Les pido que hagan un análisis de lo que viven hoy, ahora, en este justo momento. Intenten enumerar 3 razones que les preocupan, indignan y entristecen; y que piensen en 3 razones que les provocan una sonrisa, les alivian y les motivan. Ambas listas pueden ser kilométricamente largas, no se trata de comparar en cuales hay más, si de las “malas” o de las “buenas”. El punto es saber que todo lo bonito y feo,