¡Qué sabrosa esa chulería de la conquista, del enamoramiento, de esa etapa en que nos regalamos en cada detalle! Literalmente, nos entregamos en cada gesto. Querer ser y estar para esa persona a quien queremos agradar, captar su atención, encantar y fascinar. Como lo es también el 14 de febrero, Día de San Valentín, en que los chocolates, las flores y regalos especiales son la orden del día en muestra de amor y amistad. No lo puedo negar, como #OptimistaCompulsiva es un día que me disfruto mucho porque hasta los estreñidos emocionales se dan permiso a sensibilizarse, manifestar y expresar amorrr. ¡Eeeeeh Jua!!! Sin embargo, lo cierto es que no todos los días son de San Valentin ni todas las etapas de una relación son la “cacería” de los primeros días. Y ahí es que está el “meollo” del asunto. Enamorar a una persona no es un asunto de un día o una etapa, es algo que se hace -de maneras distintas- todos los días. Es como cuando uno se esmera, ahorra
Perdón es una palabra de mucha fuerza. Para quien lo ofrece es el reconocimiento vulnerable y humano de haber fallado, de haber lastimado física, emocional, hasta espiritualmente, a otra persona. Puede ser la confesión de “arrepentimiento” de un acto o palabra que como consecuencia perjudica o afecta a alguien más. Puede ser, pero no siempre van de la mano. Para quien lo recibe es la validez de sus emociones, es el reconocimiento e importancia de su existencia, es la medicina que comienza a sanar la herida que provoca la ofensa. Perdón es mucho más que una muletilla trillada, es mucho más que una palabra prostituida detrás de la manipulación camuflada de humildad. Es terrible cuando en una relación la solicitud del perdón pasa a ser la norma y deja de ser la excepción. Cuando se pierde el cuidado y, por ende, se descuida a la persona y al mismo amor. Ya no hay tacto ni cautela y la torpeza involuntaria y voluntaria se hace frecuente. Es triste cuando se pierde el
Querido, Por este medio te notifico que nuestra relación terminó. No te pongas triste porque te tengo buenas noticias. Aquí te explico las 7 razones por las que decidí terminar esta relación de pareja para ser tu “fan”, “follower” y “friend”. ¡Estoy tan emocionada! ¡Estaremos más unidos que nunca! 1. Me darás los ‘buenos días’, las ‘buenas tardes’, y las ‘buenas noches’. En persona, por texto o teléfono sueles estar aborrecido y sin ganas. A veces ni me saludabas y olvidabas esas cortesías que, en repetidas ocasiones, te mencionaba lo mucho que me gustan. 2. Me dirás dónde estás y con quién; me contarás qué comiste y, hasta, me enviarás la foto del plato. Siendo novios, se te quedaba el celular sin carga o sin señal. Con el “rush” del día se te pasaba darme una llamadita. ¡Pobrecito! Si te cuestionaba, me decías; “¡tu te crees que yo estoy mirando al techo todo el día!”. Yo sé que no, amor. No es mirando al techo… ¡es al celular! 3. Estarás