Espero que quien dijo que “la culpa es huérfana” no haya partido de este mundo sin enterarse de que sí tiene madre, se llama EXPECTATIVAS. Vivimos con tanto miedo a no cumplir las expectativas de los demás, -que convertimos en propias-, que los niveles de insatisfacción personal y baja estima se han multiplicado. Si las personas no te aprueban serás cruelmente juzgado, señalado y condenado. Si te equivocas en la ortografía eres bruto. Si tienes celulitis eres un asco. Si eres atractivo e inteligente eres pedante y si tienes mucho dinero debes ser infeliz. No importa cómo seas hay un label para ti y una razón para sentirte mal y culpable. Para mi, no hay peor maltrato y auto-maltrato que el sentimiento de “culpa”. Te invalida, empequeñece, te reduce e imposibilita. Por eso se habla tanto del culpable / víctima, porque sentir culpa es destructivo e inútil, no te mueve sino que te hunde. ¡Qué cosa tan triste eso de despreciarse uno mismo! La pregunta es ¿cómo uno se libera?