Y después de la «chulería», ¿qué?

¡Qué sabrosa esa chulería de la conquista, del enamoramiento, de esa etapa en que nos regalamos en cada detalle! Literalmente, nos entregamos en cada gesto. Querer ser y estar para esa persona a quien queremos agradar, captar su atención, encantar y fascinar. Como lo es también el 14 de febrero, Día de San Valentín, en que los chocolates, las flores y regalos especiales son la orden del día en muestra de amor y amistad. No lo puedo negar, como #OptimistaCompulsiva es un día que me disfruto mucho porque hasta los estreñidos emocionales se dan permiso a sensibilizarse, manifestar y expresar amorrr. ¡Eeeeeh Jua!!!

Sin embargo, lo cierto es que no todos los días son de San Valentin ni todas las etapas de una relación son la «cacería» de los primeros días. Y ahí es que está el «meollo» del asunto. Enamorar a una persona no es un asunto de un día o una etapa, es algo que se hace -de maneras distintas- todos los días. Es como cuando uno se esmera, ahorra y sacrifica para comprarse algo; un carro, una casa, un equipo, ropa o lo que sea! Cuando ya lo obtienes, comienza otra etapa , un  «entusiasmo» distinto y es el de cuidar, dar mantenimiento, adaptarse a los cambios para que «eso» perdure en las mejores condiciones el mayor tiempo posible. ¡Y si se trata de otro ser humano, imagínense! De hecho, lo más interesante que ocurre cuando dos personas se empatan y enamoran es que nace otro ente que tiene vida propia: ¡UNA RELACIÓN! ¡Mmmmju! Y como cualquier ser vivo requiere tiempo, nutrirse y desarrollarse. No significa que se cancelan ni desaparecen los individuos que lo conforman, pero sí hay que darle un espacio consciente y responsable para que tenga una posibilidad real de ser y existir.

Nada, que después de la chulería viene más chulería, pero en formas distintas. Que en el conocerse y reconocerse del pasar de los años, no mueran esas ganas de entregarnos y agradar. Que todos los días haya una intención de capturar, no solo la atención o el cuerpo de esa otra persona, sino también cazar su mente y su corazón. Que hasta los enfados y las tristezas sean puentes para encontrarnos en ese otr@ y que las «cursilerías» sean la mejor excusa para ser libres, hasta ridícul@s y empalagosos. Hace falta y, lo mejor de todo, funciona.

¡Gracias por conectarse por aquí! ¡Les quiero y valoro un mundo!!! #AbrazoBienApretau con olor a flores y sabor a chocolate!!! 

Yz Cifredo [15.Febrero.2017]

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