Conocí a Zugey trabajando en «El Lente Del Ojo Público», programa informativo en el que colaboramos como co-anfitrionas y reporteras; ella por su, aunque joven, sólida trayectoria como periodista; yo, por mi experiencia como comunicadora. Hicimos «click» ipso facto. Nos colaboramos, ayudamos y apoyamos. Nos protegíamos y velábamos por el buen desempeño de cada una. Fuimos, y somos, un gran equipo.
Desde el día uno, vi a una profesional de «siete pares». Impecable en su labor y fiel a su compromiso. Muy clara de sus valores y, sobre todo, de su código de ética en el trabajo. Al mismo tiempo, observadora y flexible ante las oportunidades que se le presentan. Aprendí y aprendo mucho de ella. Es una mujer que pareciera retar la «ironía»; delicada y fuerte; sensible y con carácter.
Delicada… Siempre femenina y orgullosa de ser mujer. Indiscutible y naturalmente sensual, sin forzarlo ni poder evitarlo. Ella, simplemente, disfruta ser.
Fuerte… No vacila ante lo que entiende es su deber cuestionar e informar. Firme y contundente al hablar. Decidida, arriesgada y diligente. Mujer de palabra y acción.
Sensible… Empática con el vecino, muy solidaria con la gente. De responsabilidad social y, lo que muchos no conocen, de gran compromiso espiritual.
Con carácter… Hay gente que confunde tener «mal genio» con tener carácter. El mal genio es la falta de autocontrol, el desenfreno del coraje; o, dicho en ‘arroz y habichuela’, una pataleta. El carácter es la voluntad de una persona de practicar sus valores. Ella defiende sus creencias, su carácter es pieza clave.
Sin embargo, una de las cosas que más llama mi atención de Zugey es que no para de aprender. De su profesión, del país, del mundo, de la vida. Más importante aún, su nivel de conocimiento no la define. Esto no sé si pueda decirlo de otra manera, pero mucha gente se «embrutece» con el conocimiento y con Zugey no pasa eso. Muchas personas, gente culta e intelectual, tienden a asumir un ego de superioridad por la cantidad de información que son capaces de almacenar. Esta mujer es otra cosa. No es perfecta, todos tenemos virtudes y defectos. Hoy escojo hablar de una pequeña parte de lo que observo y admiro de ella. Aprende de todos sin subestimar ni sobrestimar a nadie. Se reta y se transforma constantemente. Es una gran amiga, profesional y una gran mujer.
Hoy es su cumpleaños y en honor a esta vuelta al sol, me tomé el atrevimiento de compartir un poco de lo que conozco de ella de primera mano. Es fácil separar espacios para destacar lo negativo de la gente, sobre todo con la modalidad de desahogarse y criticar en las redes sociales; pero pocas veces nos tomamos el tiempo de hacer lo contrario, de resaltar lo positivo, lo que realmente merece tiempo, espacio y atención. Invito a quienes me leen, no sólo a que conozcan a este gran ser humano como lo conozco yo; sino también a que escojan una persona que merezca saber lo bonito que ven en ella. Los invito a hacer bien con el arma que todos tenemos, la palabra. Que tiene el poder de herir o aliviar, de destruir o elevar.
A ti, comadre, te afirmamos SALUD, ARMONÍA y AMOR. Que tus días estén llenitos de sonrisas, de los retos que te gustan y aventuras de las buenas. En especial, de CALIDAD de VIDA y bendiciones en ABUNDANCIA. ¡Mereces infinito, AMIGA!
Escrito con mucho amor,
Yz [24.marzo.2015]
Hermoso detalle! Que satisfacción para quien nos conoce realmente ,que pueda expresarse de esa forma y plasmar el respeto y la admiración de la manera en que acabas de hacerlo. No conozco a Sugey, pero si hay algo que siempre he admirado de ella es esa tenacidad que manifiesta en lo que hace. El carácter es una de las piezas claves que define a la persona… Me identifico con el de ella.